sábado, 23 de noviembre de 2013

Déjalo ir.

Hoy me dijeron que dejara ir todo lo que ciertas personas me han hecho. Pero simplemente se me hace imposible. Suena muy lindo eso de superar, perdonar y devolver con una sonrisa una traición pero yo no funciono así.
Mi orgullo y mi ego no me dejan superar lo que me hicieron personas que llamé amigos. Personas que llamé amor. Qué idiota fui. Qué idiota soy.
Las cosas no son fáciles.
Pero por un instante, por un pequeño momento, recuerdo que fui feliz con ustedes, y luego imagino la roncha que quiero que pasen y eso me hace sonreír. Imaginar que su vida es una farsa donde son infelices con sus decisiones y ya. Donde el karma existe y se ensaña con vosotros. Ese es un final bonito, que no crean que tardará mucho en llegar.
Pero luego recuerdo que mi abuela me dice que el infierno arde para todos por igual y que la felicidad no puede depender del sufrimiento de los demás, que debo ser mejor que eso... Y todo vuelve a la normalidad.
No olvidaré...

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